Cartel-diorama de La Travespera 2014, que llenó las redes sociales de retratos divertidos.
En el mundo del cine se suele decir que segundas partes nunca son buenas… pero en nuestro caso, aún desarrollándose esta historia en un escenario de película como son los Picos de Europa, nada más lejos de la realidad. Pues el éxito cosechado en la primera edición, unido a la experiencia adquirida durante el mismo, el trabajo de un equipo de amigos y amigas que se vuelcan y disfrutan de la experiencia, el ahínco ante la adversidad, la imaginación frente a los inconvenientes, el apoyo de los vecinos y vecinas que aportan su granito de arena o que corren a la calle para vitorear y acompañar a los participantes,… han hecho consolidarse este “raduno” vespístico entre el calendario nacional e internacional.
Asturias, Paraíso Natural para los sentidos, desde su capital histórica de Cangas de Onís, volvió a abrir sus puertas a más de doscientos participantes en la segunda edición de La Travespera, la ruta motociclística de alta montaña que recorre los parajes singulares de los Picos de Europa a través de tierras asturianas, leonesas y cántabras. A la que se sumó algún que otro “famoso”, como el amigo Julius del Canal Cocina y de La Mañana de La 1 (de TVE).
Las vespas, cual serpiente multicolor, ronronearon entre las grietas trabajadas por siglos de artística erosión del Desfiladero de los Beyos, las gargantas en nuestro descenso hacia Caín, el baile de curvas del Puerto de San Glorio con su oso vigilante desde el Collado de Llesba (una de las paradas obligadas en el recorrido), el Desfiladero de la Hermida;… Pero los pilotos también necesitaron reponer fuerzas, para lo cual la organización dispuso de varias paradas donde degustar el famoso queso de Cabrales, chorizos a la sidra, empanada,… y los botijos de Cangas de Onís como postre, manjares que le dieron alegría a nuestros cuerpos y nos ayudaron a superar los 230 kilómetros y cotas de 1.750 metros de altura.
Fotografías de La Travespera.
Cámaras “on board” y de fotos abrían sus obturadores para capturar la luz que se mostraba ante ellas, llenando sus memorias de gigas de recuerdos que compartir.
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Cae la noche sobre nosotros cuando nos aproximamos al final de recorrido; Cangas de Onís y sus vecinos/as nos esperan; las luces de nuestras pequeñas monturas iluminarán de destellos las calles y plazas de la villa asturiana que nos vió salir de mañana. Pero la oscuridad trajo nuevas sorpresas a los participantes; un espectáculo de luz y sonido nos esperaba a nuestra llegada, golpeando nuestros corazones e imprimiendo una sonrisa en nuestras caras, que nos llevaríamos a nuestras casas.
Llegada a Cangas de Onís de los participantes.
Por todo ello, desde Crónicas Vespísticas os invitamos a participar en la edición 2015 de La Travespera y a descubrir el Paraíso Natural – Paraíso Motero que es Asturias y los Picos de Europa.
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